El Día en que la Aventura en Bicicleta se Convirtió en una Caída Inolvidable con mi Amiga




Hace algunos años, estando de vacaciones en época de navidad, mi amiga y yo decidimos hacer una torta, nos encontrábamos en mi casa, pero me faltaba un ingrediente muy importante: los huevos. 

Muy emocionadas, fuimos en una bicicleta hasta su casa, que yo manejaba, ella iba sentada en lo que comúnmente llamamos tubo, que forma parte del cuadro de la bici, llegamos a su casa tomamos dos huevos, que para la torta que haríamos era suficiente, ella tomó uno en cada mano y emprendimos de nuevo nuestro recorrido de regreso.

En la carretera por donde veníamos había una colina que iniciaba en una curva, luego una bajada larga hasta llegar de nuevo a mi casa, fue precisamente en esa curva cuando le dije a mi amiga, ¡porque no subes mejor al manubrio para que vayas más cómoda y yo pueda llevarte mejor! ella me hizo caso y al cambiarse de lugar bajamos a toda velocidad, pero en el último momento, perdí el equilibrio y caímos al suelo. 

Fue un momento sorprendente y aterrador. Preocupada me pare a toda velocidad para ver como estaba mi amiga, quien se llevó la peor parte del suceso, pero afortunadamente, solo había sufrido algunos rasguños y moretones. Después de asegurarme que mi amiga estaba en condiciones de levantarse, ambas muy asustadas por lo que acababa de suceder, decidimos caminar lo que faltaba del camino. Aprendimos la lección de que a veces, es mejor ser precavido en lugar de arriesgarse demasiado.

Y una de las cosas interesantes, es que pudimos hacer nuestra torta ese día, porque mi amiga nunca soltó los huevos que llevaba en sus manos y quedaron intactos.

Nuestra amistad se fortaleció, y ahora compartimos esta divertida historia de la caída en bicicleta como un recuerdo especial de nuestra aventura en navidad.

Sin comentarios